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Comunicologa y mercadologa de profesión, una de mis pasiones: la organización de eventos. Me encanta el café, el té, el sushi y soy alérgica al ejercicio.

Esta es una recopilación de cosas que amo... desde fotos hasta social media.

Así que esperen ver de todo por acá.

sábado, 26 de abril de 2014

REFLEXIONES / Mensajes ocultos en los kilitos de más

“Nunca el azúcar, las patatas ni el jamón podrán llenarme ni el sexo ni el corazón”.


Para los que me conocen de forma cercana sabrán que en los últimos años he vivido un ir y venir de kilos. Primero se lo atribuí a mi operación de vesícula, pues a partir de esa etapa fue que empece a notar que comer una galleta ya no tenía el mismo significado que antes.

Total que siempre he sido alérgica al ejercicio y aun así inicie muchas rutinas de esto y aquello y siempre las deje a la mitad por supuesto.

Otra de mis etapas de obsesión son las dietas, he intentado con dos especialistas diferentes, el segundo fue el que más funciono (la primera vez) después de un año volví a subir otra vez de peso y volví a mi régimen pero ya se me hace muy difícil.

De un tiempo a la fecha estoy intentando con Kinect de Xbox y un plan de ejercicios y baile, luego les contaré. 

Casualmente encontré un artículo en Yahoo sobre los secretos escondidos en los kilitos de más, me pareció muy interesante y la verdad me pegó, esa fue la razón de este post mas que relatar mis complejos, se los comparto:

Mensajes ocultos en los kilitos de más
Veintitantos – mié, 16 abr 2014 07:00 CDT

Más que un tema de estética o salud, el sobrepeso, desde el punto de vista simbólico, habla de la necesidad de protegernos a nosotros mismos y de llenar con comida un vacío emocional o espiritual.

Una mujer frustrada de seguir tantas dietas sin resultado alguno, acudió a un sabio maestro para pedirle ayuda con el objetivo de bajar de peso. El sabio le sugirió pegar la siguiente leyenda en su refrigerador para enfrentar la razón de su obesidad: “Nunca el azúcar, las patatas ni el jamón podrán llenarme ni el sexo ni el corazón”.

La obesidad se puede definir como una acumulación de grasa, emociones tóxicas o energía estancada que actúa como un seguro de protección a cualquier tipo de riesgo se acumula por miedo a que falte.
Muchas veces también se trata de una defensa. La capa de grasa es como un escudo metafórico que colocamos de forma inconsciente en el lugar que queremos resguardar.

Naska Groppaglio, psicoterapeuta y maestra de yoga, afirma que la obesidad, la delgadez, las jorobas… se utilizan para integrarse en el 'clan familiar'.

La especialista también afirma que detrás de la obesidad puede haber una madre dominante, posesiva, que ejercía un control estricto sobre la alimentación, los pensamientos, los sentimientos y la creatividad.

La zona
Si la grasa se encuentra en las siguientes áreas del cuerpo...

En el abdomen. Existe la sensación de defenderse de la adultez, por lo cual tomamos la forma de un bebé barrigón. En el caso de las mujeres, existe la creencia inconsciente de no aceptar nuestro rol de mujeres, sólo el de madres.

En las caderas y los muslos. Para ocultar el talento creativo y la libertad de expresión artística. Puede ser que inconscientemente nos prohibamos a nosotras mismas el desarrollo libre de nuestra parte creativa y sexual.

En todo el cuerpo. Para defendernos de quienes nos desean. Tal vez asociemos la belleza con la agresión y ésta es una manera de estar a salvo. Responde a una defensa inconsciente para no ser deseada, por lo cual engordamos y de ese modo nadie nos mirará ni nos deseará en el aspecto sexual. Es una forma de defensa.

Fuente:
http://bit.ly/PDSSYz